El proceso de mejoramiento en todo, siempre es constante pero exhaustivo, no hay resultado sin esfuerzo pero, tras el, siempre se logra el objetivo: optimizar.
Así que optimizar fichas de productos, registros y todos nuestros procesos que con lleva nuestro oficio, supone un terrible dolor cabeza para los técnicos, pero necesario y cotidiano.

Es cierto, que en el mundo tan versátil, en que vivimos, requiere, de nuestra parte, la capacidad de renovar una, otra y las veces que sean necesarias para competir. Así que inclinarse por un sistema obsoleto y cerrado implica nuestra salida de la competencia y una muerte lenta y absurda.
No es falso que se requiera de medios pertinentes para la optimización, medios que quizá no poseemos, pero no hay que dejarse abatir por la adversidad, una actitud correcta sugiere que no importa si el cambio es total o parcial, es decir: no es necesario que tengamos que re-hacer nuestros procedimientos. Basta con acortar algunos. Siguiendo un trabajo realista y serio podemos deducir qué es lo que necesitamos optimizar, el resultado será igual de favorable.

Así que no importa que re-diseñas un site, sino que pongas a prueba tu capacidad e intenta con modificar pequeños espacios, has pequeñas encuestas o pruebas y verifica que los resultados varíen en el porcentaje que sea, no importa si es el mínimo. Recuerda que si el cambio es favorable, al menos tendrás un lugar por donde empezar, según tus medios, la posibilidad de una optimización a mayor escala. Hazle ver al cliente que el cambio no se tiene que reflejar en una nueva opción estética, sino en el aumento de sus ganancias.